Julia abrio los ojos. Esa no era su cama, al igual de que no era su cuarto. Al mirar por la ventana comprendio que tampoco se trataba de su mundo.
Tras pasar unos minutos, quizas horas, paralizadas por el miedo, una niña pequeña y rubia vestida de rojo abrio la puerta. Con esta abierta, Julia pudo comprobar que mas alla de lo que habia en su habitacion, todo era gris. De distita tonalidad, si. Pero gris.
Una lagrima cargada de impotencia y absoluto pavor inundo la mejilla de la chica, y tambien su alma.

· ¿Que te pasa?- pregunto la enana de rojo
· ¿Tata?- pregunto ella perpleja
· Cla...Claro- tartamudeo la pequeña que ahora tambien parecia   asustada y extrañada
· ¡Pues claro que eres mi hermana,
 te gastaba una broma, princesa!- mintio Julia- ¿Vamos a dar  un paseo por aqui?
· ¡Bien! Vamos de paseo, pi pi pi...- La nña empezo a contar la famosa cancion- Pero nos tendremos que poner nuestros trajes grises, ¡Jo no me gusta!

Julia abrio su armario y saco un horrible chandal gris oscuro, como todo lo habia alli.

·Ni a mi...Ni a mi..

Ese mundo parecia normal hasta que te fijabas en los pequeños detalles. Detras de los comunes helados habia gatos de colores fosforito, nadie podia verse reflejado en el agua del estanque...y las fominales que compro Julia para compartir con su hermana sabian un poco (en realidad bastante) a carton.
Cuando ya iban de camino a casa, si es que se podia llamar asi, se encontraron un gato negro, uno normal, de esos que puedes ver en cualquier esquina del mundo de Julia. Entones, el gato empezo ha hablar como si tal cosa.
Julia iva a rechistar justo cuando su hermana de ese mundo lo siguio corriendo. Tras pasar por numerosas casas negras llegaron a una que, aunque tambien una negra, tenia una escalera para subir directamente al tejado. El gato subio de un salto y las dos chicas le siguieron. 
Al llegar a la azotea, descubrieron que se veia La Tierra desde ahi. El planeta de Julia.
Julia desperto, era su cama, su habitacion, su casa.
Recordaba relatos de un extraño sueño que habia tenido años atras, cuando era pequeña. Tras preguntarse un segundo el porque del recuerdo, lo olvido y se vistio para ir a la ONG en la que trabaja.
Como siempre, cuando llego al edificio, le dio un vuelvo al corazon al ver tantas casas horribles z fue entonces cuando recordo claramente las palabras que un gato le dirigio de pequeña en su sueño.
-Pensaras que tu mundo es el peor de todos, que sus tragedias son inigualables, las peores. Pero todos los mundos, los imaginarios, los reales, los escritos, los narrados...Esconden problemas en todas las esquinas. Te ha tocado ese planeta a ti. Solo puedes cambiarlo. Como poco, intentarlo