viernes, 20 de junio de 2014

Respiraba tranquila, las voces de aquella habitación no le afectaban para nada,sonaba de forma inhumana, casi podía percibir que no eran reales. La imagen reflejada en el cristal parecía transparente e invisible. Aquello no era real ,sentía las pulsaciones fuertes en su interior. La cabeza le daba vueltas, las piernas le empezaban  a fallar. Poco a poco, su cuerpo se derrumbaba, pero sus sentimientos ya lo había echo hace mucho tiempo. Las ventanas estaban cerradas y la soledad que le venia atormentando desde hace mucho, se volvía a plantar ante ella. Se tapaba los oídos e intentaba convencerse de que todo aquello era mentira. Pero a veces, ceñirse a la realidad es lo mas simple y lo mas facil de todo. Son tantas voces con nombre, escondidas en los rincones de tu mente.
Aquellos que nos destrozan los sueños e ilusiones. Al fin y al cabo, somos nosotros quienes ponemos en duda lo fuertes que somos. Nos hacemos mas que enfrentarnos a las criticas  que la mente nos grita. Las que se nos graban y se nos quedan clavadas como dardos. Cada flecha es una herida con veneno pero duele mas cuando eres tu quien las lanza . Y van a clavarse a tu propio cuerpo, des desmoronarte poco a poco, hasta que las heridas empiezan  sanar

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