viernes, 29 de enero de 2016

Ríe ahora

Todo se destruye. Hasta la milagrosa telaraña que aguanta el peso de todos los elefantes que le echen, se acabará deshilachando hasta que se rompa. Igual que las olas no pueden ser llevadas eternamente por el viento, deslizándose por el mar, porque siempre hay una roca que las frene. Incluso la relación aquella en la que os jurasteis un para siempre acabará rompiéndose, ya sea por la infidelidad del que no se siente querido o por la caprichosa muerte que desea siempre hacer el mal a todos. Se destruyen los sueños cuando un obstáculo te impide cumplirlos. Y hasta aquel que dijo "nunca me rendiré" mordió el polvo muchas veces. Pero no te preocupes. Las ganas de vivir deben seguir ahí, sin miedo a ser destruidas. Porque cuando te das un abrazo, esa amistad se puede sellar más aunque acabe sucumbiendo. Y a cada beso ese amor se puede hacer más fuerte si es verdadero. Es como quien tiene miedo a la muerte y no aprovecha la vida. Todo se destruye, sí, pero intenta tú que no sea así. Tú decides si tu sonrisa se mantiene erguida, o si tus lágrimas deben correr por tus mejillas o ser eliminadas con el dorso de tu mano. Así que ya sabes. Corre como si no existiera el final del camino, lee como si no existiera la última página, baila como si la canción fuese infinita. Todo se destruye. Pero ríe ahora, porque más tarde quién sabe si esa sonrisa es destruida.

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